Cuidados del oso pardo

Cuidados médicos

Durante el entrenamiento tendremos la posibilidad de observar al oso mas de cerca pudiendo fijarnos mas en posibles heridas. También mientras están en el cobijo interior nos resultara fácil observarles de cerca. Nos deberemos fijar en comportamientos y heces anormales, la presencia de vómitos, posibles cojeras, parásitos externos, alopecia o perdida de peso, alguna de estas anomalías puede ser síntoma de una enfermedad. Para realizar exámenes físicos en profundidad nunca deberemos hacerlos sujetando al oso con nuestras manos a no ser que sean cachorros, siempre lo deberemos hacer mediante anestesia, la anestesia presenta algunos inconvenientes como por ejemplo la anestesia puede derivar en vómitos, puede ser atacado por otros osos, si realizamos el disparo del dardo en el recinto exterior el oso puede acabar ahogado en la piscina o subido a un árbol y cayendo cuando se duerma, obviamente también hay riesgo para los cuidadores, puede parecer que el oso esta dormido pero cuando entremos al cobijo con el se levante y nos ataque por lo que antes de pasar deberemos darle unos golpes con algún objeto. La anestesia se la aplicaremos mediante una inyección intramuscular, es decir, se inyecta dentro del musculo, la mejor zona para pincharle es el cuello u hombros porque las patas traseras tienen mucha grasa. La longitud de la aguja debe ser de unos 7,5mm. Existen

algunos tratamientos rutinarios como vacunas obligatorias de por ejemplo rabia, moquillo, hepatitis o leptospirosis. También deberemos desparasitar a los osos. Los siguientes problemas son los mas comunes o los mas propensos que tenga un ejemplar de oso.
-Moquillo: Los signos son las posibles presencias de infecciones gastrointestinales, perdida de apetito o tos. Para prevenirla usaremos vacunas de perro.
-Leptospirosis: Los signos son salivación excesiva, vómitos, diarrea, letargo, nistagmo, convulsiones, parálisis o la muerte. Lamentablemente esta enfermedad no tiene tratamiento, la única solución es la eutanasia. La prevención es una vacuna muerta o inactivada.
-Parvovirosis: Los signos son anorexia, vómitos, letargo, diarrea (a veces con sangre), deshidratación o leucopenia. No existe tratamiento y la prevención es la vacunación.-Pseudorrabia: Esta enfermedad tiene bastantes signos en los que se encuentran los temblores, nerviosismo, falta de coordinación, anorexia, sudoración, vómitos, diarrea o la muerte. El tratamiento puede ser la ingesta de 10mg/kg de aciclovir cada cinco horas, pero el tratamiento lo hará el veterinario.

-Salmonelosis: Los signos suele ser la diarrea o una prueba de heces. El tratamiento se basa en el uso de antibióticos. Para proteger a los osos de la salmonelosis deberemos extremar las medias de higiene de las instalaciones y de los alimentos.
-Abscesos: Los signos son la presencia de un bulto en la piel aunque puede ser interno. El tratamiento es mediante antibióticos o drenando el absceso y desinfectándola. 
-Tiña: es una infección causada por hongos, sus signos son costras en la piel, inflamación y alopecia. El tratamiento lo decidirá el veterinario.
-Sarna: Los signos mas significativos son la alopecia o rascado excesivo. Para tratar esta enfermedad se utiliza la ivermectina.
-Infección por baylisascaris: La causa es una infección en los intestinos causada por gusanos. Los signos son diarrea, anorexia o gusanos en las heces entre otros. Para tratarlo utilizaremos antihelmínticos.

-Artritis: La causa es la falta de actividad. Los signos son perdida de movimiento, rigidez y dificultad al moverse. Para tratarla usaremos antinflamatorios y en los peores casos la eutanasia.
-Problemas dentales: Las causas mas comunes son golpes, dieta inapropiada o enfermedad periodental. Los signos son dientes rotos, encías inflamadas o presencia de placa. El tratamiento depende del tipo de enfermedad que tenga el oso. La prevención se basa en una buena dieta y en las revisiones periódicas de la boca y de los dientes.
Cuando sabemos que un oso tiene una enfermedad deberemos mantenerlo en cuarentena durante un mínimo de 30 días. Durante este periodo es importante que cojamos muestras fecales, de orina, de sangre y exámenes físicos generales.