Cuidados del oso pardo

Reproducción

Para criar osos en cautividad antes debemos de saber que, en la naturaleza, son polígamos por lo que debe haber varias hembras para un macho. El control de la población también es muy importante existen diferentes técnicas:
-Separación física: Separar a los ejemplares durante la época reproductiva es un método que debe durar al menos 5 meses para garantizar que no halla ningún embarazo, cuando estén separados no debe haber ningún contacto para evitar estrés.
-Anticoncepción hormonal: Al ser oral debemos cerciorarnos de que la hembra consume todo el alimento y no lo escupe como por ejemplo podremos poner el medicamento en una cucharada de miel, el medicamento, la cantidad y la duración lo decidirá el veterinario.
-Castración o ligadura de trompas: Ambos procedimientos son irreversibles y necesitan anestesia, esta operación se tendrá que hacer en un quirófano.

-Existen otros métodos pero menos eficaces
Es muy importante que no haya otras especies de osos para evitar la hibridación es decir que especies distintas de osos tengan descendencia. Normalmente la temporada de cría abarca el tiempo entre los meses de julio y septiembre. Las hembras alcanzan la  madurez sexual entre los 5 y los 8 años y la de los machos con 5 años. El tiempo que pasa entre una camada y otra oscila entre los 3 y los 5 años. Cuando sepamos que la osa va a parir en breves debemos tener una instalación interior especial para que tenga allí a las crías. La hembra debe estar monitoreada en todo momento para saber si le ocurre algo, para poder observarla utilizaremos una cámara. Los problemas que pueden estar presentes es que no haga caso a las crías dejándolas de lado, en este caso deberemos retirarlas y criarlas a mano. Las osas deben estar en ayunas sin comida y sin bebida unos días antes y después del parto. Normalmente las osas suelen tener 3 crías pero puede haber mas. Las crías dependen de la madre hasta la edad de 2 o 3 años, los machos no desempeñan ningún papel en la crianza.

Cría en cautividad
Nunca deberemos quitar las crías de forma rutinaria, solo las deberemos criar a mano en caso de que la madre muera, se ponga enferma, no produzca leche, rechazo a los oseznos o climas extremos con poca probabilidad de que las crías salgan adelante. Las crías se deben mantener en una caja forrada con algún material blando para evitar heridas, las primeras tres semanas los oseznos permanecieran en una incubadora a 29º, hasta la semana numero 7 la temperatura baja a 26º, en la octava semana la temperatura desciende a 24º, este calor lo daremos gracias a una manta térmica que estará en la caja junto a mantas. Los primeros biberones serán de leche en polvo para perros con vitaminas pero luego pueden beber leche entera de vaca. Las primeras semanas se les dará de comer cada dos horas y media. La forma de dar el biberón a los cachorros es en primer lugar apoyar al osezno en su estomago inclinado

 hacia arriba sujetándole la cabeza con los dedos. Nunca deberemos apoyar al oso sobre su espalda. Los primeros días les deberemos dar antibiótico como sustituto del calostro, pero nos lo deberá confirmar el veterinario. Los cachorros necesitan ayuda para orinar y defecar, nosotros les deberemos dar masajes en el vientre y en el ano para favorecer la expulsión de residuos, estos masajes se los daremos con los dedos y con bastoncillos. Debemos llevar un registro para ver la evolución de los cachorros, en este registro deberemos poner el peso diario, la fecha y hora, comportamiento, frecuencia y cantidad de las defecaciones y orinas, los tipos de alimentos, la cantidad de alimento ingerido y también tenemos que poner los datos de los exámenes veterinarios. para identificar a los cachorros utilizaremos el microchip o marcas en la piel, color, tamaño, carácter o sexo. El destete se producirá entorno a la semana 12 donde les daremos algún  puré de manzana, 

con 120 días podemos darles pequeños trozos de zanahorias, lechuga, plátano, carne muy picada o trozos pequeños de arenque. Todos estos procedimientos deben estar supervisados y controlados por veterinarios o cuidadores experimentados en la cría de osos que nos guíen y nos ayuden, sobretodo en temas complejos como las cantidades de comida o las temperaturas.