La mejor medicina para tratar las enfermedades es la prevención, en el caso de las jirafas debe recoger muestras fecales, de sangre, así como de chequeos diarios. Cuando les demos de comer y se acerquen deberemos observar posibles signos de alguna enfermedad como cambio en el comportamiento, alopecia o falta de apetito. Las jirafas en cautiverio presentan principalmente problemas alimenticios, en las pezuñas que derivan en tendones torcidos o artritis. La anestesia es muy peligrosa en jirafas debido a su gran tamaño, a diferencia de otros animales evita tumbarse mientras se duerme por lo que cuando caiga puede causarse mucho daño. Si no tenemos mas remedio que dormir a la jirafa todos los cuidadores deben saber que tienen que hacer, a poder ser las paredes estarán acolchadas para disminuir al máximo el trauma. La jirafa
ayunara 48 horas antes de la inmovilización y al menos 24 horas sin beber para evitar el vomito. Una vez que la jirafa se duerma debemos estirarle el cuello y taparle los ojos y las orejas para minimizar al máximo el estrés. Mientras la jirafa duerma aprovecharemos la situación para hacerle un chequeo mas exhaustivo te todo el cuerpo. Una vez le inyectemos el fármaco para despertarla tardara de 10 a 20 minutos en despertarse. Si la jirafa tiene una enfermedad contagiosa deberá estar en cuarentena durante al menos 30 días desde que remitió la enfermedad para cerciorarnos de que no reaparece y no pueda contagiar a los otros ejemplares.