Introducir nuevos ejemplares o nuevas especies a instalaciones acristaladas puede tener su riesgo sobre todo si son aves o especies muy activas ya que estas no sabrán que hay un cristal y pueden literalmente estamparse contra el pudiendo herirse gravemente o incluso morir. Para evitar este problema podemos recurrir a un pequeño truco muy extendido que es frotar los cristales con algún tipo de material opaco e inocuo para los animales, tened en cuenta que dicho material al quitarse del cristal no debe dejar marca alguna. Debemos cubrir toda la superficie del cristal e ir quitandola poco a poco, nunca deberemos limpiar de una todo el cristal ya que pueden intentar escapar por el cristal. La limpieza del vidrio debe ser progresiva. Para cristaleras exteriores se suele usar la misma técnica pero una vez limpiado el cristal se suelen poner unas pegatinas que simulan un ave rapaz volando, son muy comunes, estos es para evitar que las aves silvestres choquen contra estos cristales
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